4/2/19

Los israelíes, en todas las sesiones de interrogatorio (que duraron meses), me sentaban en una silla con patas desiguales, horas y horas. No se podía encontrar una posición cómoda, lo que me dejó con dolor permanente en la espalda y en el cuello...

"(...) Yihad Yamil Abu Ghabn pasó casi 24 años en cárceles israelíes por participar en la primera Intifada y en el asesinato de un colono israelí. Lo excarcelaron en 2011

En la cárcel mis carceleros intentaban quebrar mi espíritu y quitarme mi dignidad no sólo con violencia sino también con técnicas concretas para humillarme y desmoralizarme.

A menudo me colocaban una bolsa con un olor muy fétido en la cabeza que me hacía vomitar una y otra vez dentro de la bolsa. Cuando me la quitaban, tenía la cara hinchada y un fuerte dolor de cabeza a causa de la intermitente privación de oxígeno. 

Durante todas las sesiones de interrogatorio (que duró meses), me sentaban en una silla con patas desiguales durante horas y horas. No se podía encontrar una posición cómoda, lo que me dejó con dolor permanente en la espalda y en el cuello. 

A veces metían “presos” en mi celda que afirmaban ser miembros de la Resistencia Palestina. Más tarde descubriría que eran en realidad colaboradores que intentaban engañarme para que confesara. A esos colaboradores los llamamos assafir (pájaros). 

Los presos y las presas palestinas son héroes. No hay palabras para describir su legendaria firmeza y sus inmensos sacrificios."                   (Ramzy Barud y Abdelá Alyamal , Al Jazeera, en Rebelión, 31/01/19

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