"En la provincia de Zamora fueron asesinadas mas de 40 mujeres por los
sublevados contra la República en julio de 1936, una práctica muy
frecuente en la España franquista: el móvil fue la venganza, con
dimensiones de exterminio, ocurrió contra la familia Flechas,
emigrantes que habían regresado de Cuba y que compartían el compromiso
político de enfrentarse a la ofensiva fascista en los meses anteriores
al golpe militar.
Se quiso acabar con Engracia del Río porque estaba comprometida
políticamente, y además era una mujer.. Sus asesinos no se conformaron
con quitarle la vida, el repertorio de formas de represión que se le
aplicaron se vió incrementado, quisieron borrarla de la historia, esta
mujer excepcional y adelantada a su tiempo es todavía poca cosa en la
historia de la Zamora Republicana. (...)
Engracia quedó, como otros jóvenes maestros, Amado Hernández, Gabriel
Fernández Llamero, en un lugar destacado de las listas negras de los
golpistas, y tras la sublevación de julio de 1936 cayó sobre ella todo
el peso de la represión franquista.
El 26 de agosto de 1936 el Gobernador civil la cesó junto a otros 127
maestros. Engracia fue encarcelada en la prisión provincial, donde
sufrió toda clase de abusos y de donde fue sacada por falangistas que la
asesinaron el 27 de septiembre de 1936, junto a Graciliana Calvo.
Con
ellas se iniciaban las sacas de la sección de mujeres, instalándose
desde ese momento un clima de terror: dos días después, fueron vilmente
asesinadas 2 muchachas todavía más jóvenes, María Salgado y Carmen Iglesias, a las que en los meses siguientes seguirían otras muchas.
Después de su muerte, Engracia fue depurada y sus bienes incautados.
Su esposo Ramón Luis Martín logró esconderse mientras varios de sus
hermanos, Antonio, David, Esperanto, y Fulton Luis Martín, fueron
asesinados.
Tras el asesinato de Graciliana, su hija, Tránsito Luis
Calvo, pudo finalmente reunirse con su padre, que había conseguido
regresar a Cuba. Su historia ha sido reconstruida por su nieta Sandra
Pérez Chaviano en el relato ganador del III premio Memoria de la
Emigración de Castilla y León y por la periodista Begoña Galache en el
reportaje “El legado de la niña de la guerra”, publicado en La
Opinión-El Correo de Zamora en 2008. (...)
En 2007, la mayoría de la corporación del Ayuntamiento de Zamora se
opuso a tomar en consideración la propuesta de dar su nombre a un
proyecto para el fomento de estudios de género. El olvido es sólo una
última secuela de la represión de la que fue víctima, como tantas
mujeres excepcionales, comprometidas y adelantadas a su tiempo.
Documentos: Foro por la memoria de Zamora" (Tulio Riomesta, 15/12/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario