28/3/18

Algunas damas de la buena sociedad increpaban con saña a las mujeres que iban camino de la muerte, desde sus balcones señoriales

"La comandancia entregó a 95 Republicanos presos a grupos de oscenses, que los maniataron en camiones. No se especificó ningún cargo de delito sobre ellos, no fueron juzgados por tribunal alguno, simplemente 95 ó 96 personas fueron linchadas por auténticos carniceros, con la complicidad de los militares y la Iglesia local. 

Algunas damas de la buena sociedad increpaban con saña a las mujeres que iban camino de la muerte, desde sus balcones señoriales. Los camiones con presos salieron de la cárcel a media mañana y solo a última hora de la tarde cesó el cortejo de muerte.

 Cuerdas o alambres servían para sujetar por las muñecas, de dos en dos, a los reos que descargaban de los camiones a culatazos y patadas. Los enterradores no daban abasto en medio de aquella orgía de sangre. La matanza tuvo lugar en Las Mártires, en las afueras de Huesca.

Entre los hombres que volvían de la matanza, uno alto y corpulento con “mono” de trabajo manchado de sangre, se ufanaba muy excitado a gritos de haber matado a varias personas “sin malgastar balas”, con una especie de gran cuchillo que portaba, utilizando artes y técnicas propias de su oficio de matarife.

 Los muros quedaron literalmente acribillados a balazos. Al pie de la pared, la tierra, amasada con sangre, tenía un color parduzco. La cal aparecía salpicada de cabellos y de sesos humanos. Dentro del cementerio, unas inacabables fosas comunes daban testimonio de lo implacable de la represión fascista. 

A unos 200 metros del camposanto, semioculto en un cañaveral, el cadáver de un obrero que al sentirse alcanzado por las balas había echado a correr para desangrarse bajo las estrellas con las manos atadas. 

El empleado de banca Emilio Coiduras Ascaso logró zafarse de las ataduras y corrió por el cementerio tratando de salvar la vida. “Emilia, Emilia –gritaba impotente nombrando a su mujer-, por favor, perdóname…”, fue abatido por los implacables perseguidores.

Documentos: Ver el libro de Víctor Pardo Lancina y Raúl Mateo OtalTodos los nombres. Víctimas y victimarios (Huesca, 1936-1945)Anselmo Gascón de Gotor GiménezMemorial HuescaEntrevista con Víctor PardoCambiar Huesca (Víctor Pardo Lancina). República Huesca. Gracias al archivo fotográfico de Pedro Moliner, de donde proceden las imágenes. Lista de fusilados en Huesca entre julio de 1936 y enero de 1945."                            (Documentalismo memorialista y republicano, 20/03/18)

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