"M.H.: Quiero empezar refiriéndome a la situación de un país
donde usted vivió muchos años, donde tiene un gran reconocimiento
intelectual y profesional. Cuando comento que Guillermo Almeyra es
miembro de la Academia de Ciencias de México, es uno de los dos
cientistas sociales junto a Ana Poniatowska que integran la Academia,
mucha gente se sorprende del reconocimiento que el pueblo mexicano le ha
hecho.
En México se está viviendo una situación particularmente grave,
es uno de los dos países más violentos del mundo luego de Siria, donde
se está desarrollando una guerra y han destruido todo, donde 5 millones
de personas han tenido que migrar. Ultimamente en México ha tomado
estado público el asesinato de periodistas, en estos momentos hay un
periodista que está desaparecido hace varios días.
G.A.: Entre los asesinatos últimos está el del compañero Valdez, después de la compañera Miroslava, ambos de La Jornada,
periódico en el que trabajo. Él un hombre de izquierda, ella una
luchadora permanente por los derechos democráticos que han sido
asesinados no por el narcotráfico como pretende el gobierno, sino por el
poder y el sistema capitalista.
El narcotráfico no podría matar si no
tuviera la complicidad de los gobiernos estatales y nacional, no podría
subsistir si no tuviera el apoyo de EE. UU. que es el principal
consumidor y tampoco si se suprimiera el secreto bancario y se
controlaran las cuentas, porque el narcotráfico necesita lavar dinero y
los bancos lavan el dinero del narcotráfico en México impunemente.
Ha sido un asesinato del sistema, del Estado y de la delincuencia, del
sistema capitalista del cual el narcotráfico es una de las partes porque
mueve miles de millones de dólares y del sistema político y de la
disgregación del Estado, porque lo mataron a medio día en la calle, y
sabiendo que estaba amenazado de muerte no tenía protección.
Quieren acallar a los que los denuncian y, sobre todo, a las voces del periodismo de oposición, es un golpe contra La Jornada
y todos nosotros. Todo demócrata en todas partes del mundo debe
denunciar estos asesinatos a periodistas, porque no es un asesinato de
un trabajador solamente, que ya de por sí es monstruoso, sino también el
asesinato de un trabajador que informa y abre conciencia, es un
atentado contra los derechos democráticos y la información.
M.H.: Ayer nos visitó un compañero que hace cuatro años fue herido con
balas de plomo aquí, en oportunidad del desalojo de la Sala Alberdi.
Hay tres policías siendo juzgados, hoy se van a conocer los alegatos y
esperemos que tengan la sanción que se merecen.
Pero este periodista
atacado, que es de un medio alternativo llamado DTL, denunciaba que se
escuchó en el momento de la represión que la orden había sido dada por
el Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires, ni siquiera por la justicia.
Esto abona lo que usted está señalando respecto del papel que juega el
poder político en este tipo de casos.
G.A.: En
efecto, es así. La CIDH, que averiguó por ejemplo sobre el caso de los
desaparecidos en Ayotzinapa, no pudo investigar a uno de los principales
responsables y probablemente la mano concreta que secuestró y asesinó,
no pudieron entrar en los cuarteles del Ejército de Iguala, no pudieron
hablar con ninguno de los militares.
El Poder Ejecutivo está
detrás del narcotráfico y detrás de los delincuentes que asesinan. En
México ya hay varios gobernadores pertenecientes al partido gobernante
que están presos por narcotráfico, uno de ellos viene del PRI y está
preso desde hace años; era el gobernador de Quintana Roo y un agente de
narcotráfico en Colombia y en EE. UU.
Hay una polución, es un problema
político, por eso la gente une el “Los queremos vivos” con “Fuera Peña” y
con “Fue el Estado”, reconoce que son el Estado capitalista y el
Presidente los responsables." (Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México), Mario Hernandez , Rebelión, 15/06/17)
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