"El total provisional de vecinos afectados por la represión en Las Casas del Conde es de 14 personas.
En una saca carcelaria de la misma fecha fue eliminado un vecino de Las Casas del Conde:
Serafín Hernández Fernández, de 59 años, hijo de Isidoro y Carolina, labrador, STT, casado (C.986/36).
Ingresó en la cárcel de Salamanca el día 1º de octubre y fue puesto en
libertad mes y medio más tarde (15/12/36) por orden del Gobernador
Civil, siendo de hecho ejecutado extrajudicialmente (López-Delgado 2007:
170).
Todo había empezado por una denuncia ante el Gobernador Civil por
parte del jefe local de Falange, Lesmes de San Ricardo Hernández, que
lo acusaba de propagar noticias tendenciosas (“que el Glorioso Gobierno
de Burgos viéndose perdido y lleno de miedo se había escapado para
Alemania”), acusación extensiva al vecino Juan Antonio Santos García.
Ambos fueron detenidos y llevados presos a Sequeros (24/09/36) por
Matías Ricardo Hernández, sargento del puesto de la Guardia Civil en
Aldehuela de la Bóveda. Después estuvieron presos en Salamanca
(01/10/369) durante las actuaciones de la causa, que sería sobreseída
por el auditor de guerra (01/11/36).
Pero los detenidos quedaron a
disposición del Gobernador Civil (10/12/36), quien ordenó su libertad
pocos días más tarde (15/12/36), según las fichas carcelarias (FCS). A
partir de esta fecha a Serafín Hernández se
le pierde el rastro en parte, sin que se diera por enterado de su
paradero el Servicio de Libertad Vigilada, bajo cuya tutela seguía
teóricamente años más tarde. Juan Antonio Santos no sería de aquella
saca carcelaria, pues estuvo detenido en Sequeros en 1937 (P.sum.468/37).
Así
pues, en el necrologio de esta localidad se reconoce una sola víctima
mortal, a pesar del trasfondo de conflictos sociales por los motivos de
siempre: el paro obrero y la falta de tierra. Este último problema era
tan acuciante, que, cuando los socios del Sindicato de la Tierra (STT)
expusieron sus reclamaciones al Gobernador Civil para que las hiciera
llegar al Gobierno de la República, añadieron que era necesario
ensanchar el término (Iglesias, Represión franquista: 199, nota
15).
La reacción de los jornaleros locales necesitados se tradujo en
los votos favorables a la candidatura comunista en la elecciones de
1936. Precisamente Juan Antonio Santos, transportista, estaba casado con
la maestra de niñas Sofía Hernández Hidalgo, a quien los derechistas
locales consideraban “extremista”. El jefe de Falange lo tenía por
“destacado comunista de aquella localidad”, porque había apoyado a Luis
Campo Redondo, para quien había conseguido 45 votos.
Pero había otros
vecinos integrados en agrupaciones “político-societarias”, que
probablemente serían de los que habían participado en un simulacro de
entierro de Gil Robles el Miércoles de Ceniza del mismo año. Todo esto
explica las visitas que los comandos de la Guardia Civil efectuaron a
este pueblo, motivadas por las denuncias, que fueron seguidas de
detenciones, procesamientos, depuraciones y sanciones económicas.
El total provisional de vecinos afectados por la represión en Las Casas del Conde es de 14 personas:
víctimas mortales: 1, víctimas carcelarias: 12, depurados: 1 (también preso), sancionados: 3, añadidas a prisión 2)." (Salamanca al día, 15/12/16)
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