Rodríguez Bautista, durante una visita de Franco a Ribeira en 1944, en una imagen de ABC
"El abuelo de Celia García Pillado fundó "un pequeño sindicato" en
Ribeira (A COruña) en 1932. En los primeros años del franquismo "estuvo
preso" por su militancia política, aunque "después le soltaron". Su
abuela también fue represaliada: "la vinieron a buscar a casa y le
dieron una especie de paseo ejemplarizante" por el pueblo, desnudándola y
humillándola en plena calle.
Todo esto, relata Celia, sucedió mientras
era jefe local de la Falange Miguel Rodríguez Bautista, alcalde
ribeirense entre 1941 y 1959, quien sigue teniendo una calle dedicada en
la localidad después de que el pleno municipal haya rechazado, por 11
votos a 10, la iniciativa en la que BNG, PSdeG y Ciudadanos reclamaban retirársela al amparo de la Ley de Memoria Histórica.
Durante el pleno "me ardió la sangre" y no pudo evitar intervenir para
replicar las palabras del alcalde, Manuel Ruiz Rivas (PP), que como
antes había hecho en una carta abierta
publicada en la prensa local, defendió la continuidad de la calle
basándose en la gestión de Rodríguez Bautista en la alcaldía y, además,
alegando que "no hay ni una sola evidencia de que en Ribeira se hubiese
represaliado" por mandato "de este señor".
¿Cómo ha vivido usted tanto el debate plenario como la controversia de los días previos?
Lo viví mal. Mi familia durante ese tiempo sufrió mucho y ahora sólo esperaba que el Ayuntamiento de Ribeira cumpliera la ley. Pero no quiere cumplirla y es doloroso.
El
actual alcalde dijo que no le constaba ningún acto represivo en la etapa
de Rodríguez Bautista. Pero en su familia sí consta...
Yo no sé si hay datos de esto, en el año 77 la mayoría de los
documentos de la Falange fueron destruidos. Pero él no puede decir eso.
Ser jefe provincial y local del Movimiento lleva consigo represión. Esto
es un pueblo muy pequeño y en los años duros del franquismo él
[Rodríguez Bautista] era quien daba las órdenes. ¿Cuál iba a ser su
función?
Yo no daba crédito a lo que estaba oyendo en el pleno, aunque
lo que más me ofendió fue la carta que envió a la ciudadanía para
posicionarse. Ya sé que su grupo nunca va a votar a favor de la memoria
histórica, porque ellos incumplen la ley y si algo la han cumplidoha
sido porque la asociación de la memoria histórica los llevó al juzgado. Y
a mi familia, ¿quién la defiende? No se está comportando como un
alcalde demócrata.
¿Cómo valora
que desde el Ayuntamiento se haya apelado a la gestión de Rodríguez
Bautista para mantener su calle, indicando que en su mandato se
construyeron casas y otras obras que empleaban hijos de represaliados?
El alcalde distorsiona la realidad. Las casas se hicieron en toda
España, no son de don Miguel Rodríguez Bautista. Fue una política
franquista en la que se hacían esas casas, no sólo en Ribeira. Este
señor estuvo casi 20 años en el poder. ¿Que hizo cosas? Claro que las
hizo, porque además fue procurador en Cortes, llegó a lo más alto.
La
oposición y la Comisión de la Memoria Histórica ni siquiera se han
metido en que se le quitara el título de hijo predilecto, porque por lo
visto había sido nombrado por las obras que hizo. Sólo se pedía que no
continuara teniendo una calle un señor que, por su cargo, fue un
represor. Los falangistas eran quienes hacían la represión en este país.
Él, seguramente, no hizo nada materialmente, pero mandó hacer y, por lo
tanto, era cómplice del delito. Esto era una aldea, ¿cómo no se iba a
saber lo que pasaba? No se daba un paso sin que se supiera. Tampoco
vimos a Franco disparar con una pistola pero todos sabemos que era quien
mandaba.
Desde el gobierno municipal también se dice que la familia de Rodríguez Bautista no no tiene que pasar por algo así...
Vivimos en un pueblo pequeño y convivimos con las familias. Yo no tengo nada contra la familia de Rodríguez Bautista, ellos no tienen culpa. Pero tienen que entender que tienen un pasado, igual que yo tengo el mío.
Yo no lo mezclo; sus antepasados fueron quienes hicieron eso, ellos
no son responsables. Pero cada uno tiene que asumir su historia, y a mí
me duele que quieran cambiarla: A mi abuela la sacaron arrastrando de
la casa, le raparon la cabeza, la vejaron, la insultaron y quién sabe
qué más cosas.
Yo tengo un testimonio directo y, además, todo el mundo
sabe lo que le pasó a mi familia, que fuimos represaliados igual que fue
más gente, por desgracia. Igual que no es cierto que en Ribeira sólo
haya habido un fusilado. Que esté acreditado, hay cinco.
¿Por qué cree que estos debates llegan a 2016, más de 40 años después de la muerte del dictador?
Porque no ha habido voluntad política por ninguna parte. No sólo en los
gobiernos del PP, también en el PSOE. Zapatero hizo la ley de la
memoria histórica, pero nadie tuvo voluntad, nadie quiere dar ese paso.
Yo soy partidaria de que la historia se cuente, y que las nuevas
generaciones sepan lo que pasó. No es por odio ni por venganza, pero
tenemos que contar la historia.
Que a estas alturas estemos con este
debate sería impensable en otros sitios como Alemania, donde a nadie se
le ocurriría semejante exaltación del fascismo. A nosotros se nos
dice que odiamos y que miremos hacia adelante. Es muy fácil mirar hacia
adelante sin sufrir; aquí el luto no se pasó porque nos lo prohibieron." (David Lombao, eldiario.es, 07/04/16)
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