"(…) A cien metros de la
carretera han levantado unos toldos precarios y protegidos por ellos los
arqueólogos excavan. Buscan los huesos de Francisco Caballero y Rosario Palmar,
vecinos de Zalamea. El nieto Esteban ronda por allí. Cuando se lo piden muestra
una foto del hijo de Rosa y Francisco, su padre. De ellos dos no hay fotos.
La
habrá de sus huesos, pronto, aunque dependerá de la lluvia. Según lo que se
cuenta el matrimonio fue asesinado en represalia: buscaban a sus hijos, y los
enterraron en prenda. No está claro si los mataron en su casa y los trasladaron
aquí, o fue aquí donde se hizo todo.
El paraje es un hermoso bosque de encinas.
Esteban, que vive en un pueblo de Barcelona, viene cada verano. Trae flores, a
veces de plástico, y las deja bajo las encinas. Aún quedan restos de otros
años. A partir de mañana las llevará al cementerio de Zalamea donde los huesos
van a ser enterrados con nombre.”
(Diarios. Blog de Arcadi
Espada, 26-08-07 ,http://www.arcadi.espasa.com/mt-static/2007/08/26_de_agosto.html )
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