6/2/15

Rapadas...

 Mujeres republicanas rapadas


  Mujeres republicanas rapadas en Montilla, Córdoba



Mujeres republicanas rapadas en Oropesa, Toledo

"Las mujeres de la  estremecedora fotografía que encabeza este texto tienen nombre. Las cuatro eran vecinas de Oropesa, Toledo. A las cuatro las raparon la cabeza, las vejaron y fueron expuestas en el estanco del pueblo, como si fueran productos  de consumo.


Durante varios días fueron paseadas por las calles del pueblo. Durante su triste recorrido fueron insultadas, arrojaron piedras sobre ellas e incluso las mantearon.

Prudencia Acosta fue encarcelada durante toda la guerra en la cárcel de mujeres de Puente del Arzobispo. Vivió con la constante amenaza de muerte a ella y a su hijo Andrés, con quien aparece en la fotografía,  si el ejército rojo se acercaba. Jamás separó a Andrés de su cuerpo y posiblemente esto la salvó de morir fusilada. Antes de encarcelarla le incautaron todos sus bienes. Al finalizar la guerra regresó su marido que se había alistado en el ejército republicano. Fue fusilado en la pared del cementerio de Talavera el 23 de agosto de 1940.

María Antonia de la Purificación Rubio Alía (Pureza) tan solo tenía 16 años al  iniciarse la Guerra, estaba soltera  y vivía con su madre, Ambas fueron retenidas en la cárcel de la plaza vieja de Oropesa. La acusación que recayó sobre Pureza fue que tenía relaciones con un “chaval rojo”. Las raparon con unas tijeras de cortar el pelo a las caballerías. La madre de Pureza consiguió escapar meses más tarde, pero ella permaneció encerrada hasta los 18 años, sufriendo todo tipo de vejaciones.

Antonia Juntas Hernández (Antonia la Planchadora). Tenía cuarenta y ocho años cuando fue rapada. Permaneció con el resto de mujeres en la cárcel acusada de haber trabajado sirviendo a las tropas republicanas. Aunque Antonia nunca fue de ideología republicana, trabajó preparando comidas para las tropas por un escaso sueldo. Por ello fue condenada a tres meses de prisión.

Antonia Gutiérrez Hernández  estaba casada y era madre de dos hijos. Al iniciarse la Guerra ni ella ni su marido tomaron parte por ninguno de los bandos. Cuando el ejército nacional llegó al pueblo fue  encarcelada bajo la acusación de pertenecer a una familia que contaba con miembros republicanos. Por mediación de su suegro fue puesta en libertad unas semanas más tarde. Conservó durante toda su vida  la trenza que le fue cortada en esa terrible ocasión.

Y nadie les pidió perdón.

Verdad, Justicia y Reparación."



1 comentario:

María Torres dijo...

Gracias por recordarlas.
Salud!

http://buscameenelciclodelavida.blogspot.com.es/2012/01/rapadas.html