"En mayo de 1939 el afamado psiquiatra franquista Antonio Vallejo
Nájera se trasladaría hasta la prisión provincial de Málaga para someter
a un importante experimento racial a 50 presas republicanas, elegidas
de entre todo el grupo de edades.
Sus investigaciones en la cárcel le
permitieron degradar hasta sus últimas consecuencias la figura de
aquella mujer republicana, que tachaba en sus estudios como un “ser degenerado, lleno de ferocidad y de rasgos criminales”. Publicaría años más tarde en la Revista Española de Medicina y Cirugía el prestigioso artículo recordando la temible influencia del “gen rojo” y la necesidad de extirparlo de entre los vencidos.
Nada se conoce de la identidad de aquellas mujeres que estuvieron
expuestas durante largos días a los humillantes test psicológicos a que
fueron sometidas. Con papel y pluma, el psiquiatra redactaría en un
amplio informe caracterizando a sus víctimas.
Aquellas “mujeres
marxistas” eran cincuenta: 33 condenadas a muerte, 10 a reclusión
perpetua y las 7 restantes tenían penas de entre 10 y 15 años. Ningún
archivo pone nombres y apellidos a estas presas malagueñas, aunque se
conoce como el temido psiquiatra las consideraba peligrosas por
diferentes niveles de grupos, considerando “las más degeneradas” a las que eran marxistas y catalanas.
La crudeza de sus documentos despierta escalofríos al relatar la
terrible humillación a la que fueron sometidas estas republicanas. Entre
las conclusiones Nájera apuntaría que “la mujer roja y la mujer en
general tenía rasgos físicos de extraordinaria inferioridad con respecto
al hombre”.
Además señala como otro de los puntos más importantes que “el marxismo y la revolución unidos a la mujer debían ser tratados médicamente, no políticamente”. Para este médico era una cuestión de absoluta obviedad pensar que eran “débiles mentales y analfabetas”.
“Este psiquiatra creía que existía el gen rojo, creía que las mujeres
tenían un virus que era necesario extirpar y que ser de izquierdas
tenía una inconfundible relación con la perversión humana”, apunta
Esperanza Bosch, autora del estudio La psicología de las mujeres republicanas según el Dr. Antonio Vallejo Nájera.
Ante esta creencia y el éxito absoluto de las teorías de Nájera en la
posguerra, las mujeres republicanas comenzaron a sufrir la verdadera
degeneración por parte de la dictadura franquista. Bosch apunta que “a estas mujeres les quitaron a sus hijos para destruir sus mentes y anular sus voluntades”.
Tampoco se sabe a ciencia cierta si los niños de aquellas mujeres
sobrevivieron en medio de los experimentos, siendo finalmente
exterminados para eliminar cualquier posibilidad de “intoxicación” de
aquel gen.
Tal y como se ocurrió en la Alemania nazi posterior, el franquismo
presentó estudios a través de personalidades reconocidas de la época,
como el de este psiquiatra, que crearon un patrón de exterminio que
justificaría las políticas contra la llamada ‘Anti- España’, llena de
“masones, comunistas, librepensadores anarquistas y republicanos”.
Además Nájera, nombrado jefe de los servicios psiquiátricos de
Franco, se encontraba fuertemente influenciado por las doctrinas
alemanas de higiene racial que luego se llevarían hasta sus extremos más
pavorosos en los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial.
Aquellas cincuenta presas fueron el primer material de estudio." (María Serrano
/ Público, 3 oct 2014)
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