18/3/14

Se les acusaba de estar solteras o separadas, de ir a bailes o a teatros, de tener moral relajada... a las maestras

"(...) Tras el golpe de estado de julio de 1936, las élites de la Iglesia y del Ejército dispuestas a dominar el país consideraron al magisterio como una amenaza. Las cifras de historiadores e investigadores para todo el territorio español sitúan en  cerca de 20.000 los docentes represaliados.  

Las detenciones a maestros, maestras, profesores de instituto y de universidad se fueron sucediendo de manera sistemática y planificada desde la sublevación militar y hasta años después del final de la Guerra Civil. 

La Segunda República había universalizado la educación, laica y gratuita, otorgándole un lugar preminente dentro de sus políticas sociales, y el nuevo estado franquista no iba a tolerar una sociedad formada y conectada con Europea, tal y como fomentaba el proyecto educativo republicano.

Sólo en la provincia de Valladolid, más de dos centenares de profesoras y profesores fueron asesinados, encarcelados, inhabilitados y desterrados por el franquismo. (...)

Sobre una plantilla de mil docentes con la que contaba Valladolid al final de la Segunda República, 216 fueron sometidos a procesos de depuración que incluían sanciones administrativas, inhabilitaciones, destierro a otras provincias, cárcel, consejos de guerra y fusilamientos extrajudiciales. 

"El 5 de septiembre del 36 ya empiezan a salir listas de profesores sancionados", detalla Izquierdo. "En ciudades de retaguardia como Valladolid, que cae desde el principio en el lado de los militares sublevados, la represión física se produce a lo largo de la guerra y unos años después", añade la investigadora. Las sanciones administrativas se prolongaron hasta principios de los años 50. (...)

Las detenciones a maestras se basaban, además, en su conducta social. "Aparte de su compromiso social y educativo, se les acusaba de estar solteras o separadas, de ir a bailes o a teatros, de tener moral relajada", explica Izquierdo.

 Más de la mitad de la plantilla docente de los pueblos, en el caso de la provincia de Valladolid, eran mujeres. El 30 por ciento sufrió procesos de depuración. "Sus historias revelan mujeres valientes en ese momento que se atrevieron a defender la educación republicana y a usar las aulas para enseñar", precisa la investigadora.

Fue el caso de María Álvarez Carro, la maestra de Carpio, afiliada a Acción Republicana y muy involucrada en la vida social y política del momento. Le acusaron de actitud laicista, de pertenecer al Frente Popular y de mantener una "conducta pésima". En diciembre de 1939 se confirmó su separación definitiva del servicio, pero María había sido asesinada en el verano de 1936, según testimonios orales recogidos por Izquierdo. (...)"        (Público, 18/03/2014)

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