1/10/10

NEDIM SENER "Aquellos a quienes acusé investigarán mi muerte"

"Sener, periodista de investigación, acaba de volver de Viena donde ha sido galardonado con el Premio de Héroe de la Libertad de Prensa. Su libro sobre el asesinato de su amigo, el periodista turco-armenio Hrant Dink, en enero del 2007, le ha reportado el reconocimiento del Instituto Internacional de la Prensa, pero también le ha granjeado enemistades.

"En la investigación denuncié con nombres y apellidos a políticos, jueces y policías que estaban detrás del crimen y a los que nadie investigaba. Ahora van a por mí". Sabe de lo que habla: insultar a las fuerzas del orden está penado en Turquía con la cárcel. Hasta 12 años en su caso.

El periodista iba para profesor de Economía. Pero la necesidad de encontrar un trabajo rápido le condujo al periodismo económico. "Siempre pensé que iba a ser un trabajo temporal", dice riéndose. Luego llegó el asesinato del intelectual turco Urgu Mumcu en 1993. Hubo manifestaciones en todo el país reclamando una investigación que nunca llegó. "Yo tenía 27 años y estaba allí protestando. Algo en mí cambió ese día".

Después, asesinaron a Ahmet Taner Kislali, después a Musa Anter. Hasta 20 periodistas muertos desde 1992. El último, en diciembre del año pasado. "Somos los únicos que buscamos la justicia en este país. Por eso nos tienen miedo. Por eso también, solemos morir".

Ser Héroe de la Libertad de Prensa es un discutible honor en Turquía: los dos periodistas que lo han obtenido antes de Sener murieron asesinados. "Tengo miedo a engrosar esa lista. Los oficiales de policía a los que inculpé en mi libro siguen en puestos muy poderosos. Si me asesinan, serían ellos los encargados de la investigación", explica. (...)

"No me voy a cansar de denunciar, aunque me cueste la vida". Da la sensación de que ha aceptado la muerte como inevitable. Aun así confiesa que le cuesta dormir por las noches y que siente ansiedad cuando camina por Estambul. "En Viena, cuando fui a recoger el premio, me sentí seguro, pero no abandonaría Turquía pasara lo que pasara. Solo sé hacer periodismo y solo puedo hacerlo aquí".

Como la mayoría de los del gremio tiene el teléfono pinchado y sus correos electrónicos son leídos con lupa. "Hablar de libertad de expresión es un lujo en Turquía. Ellos saben todo de ti y si cruzas la raya hay consecuencias", apostilla.

Llega el té humeante y lo bebe de un sorbo. Debe volver a su despacho, le aguardan más entrevistas. Al despedirse suelta otra frase lapidaria. "Este es un país donde los criminales tienen mucho poder. Pero si consigo resolver el asesinato de Dink, quizás seamos capaces de poner luz a los otros crímenes". (NEDIM SENER: "Aquellos a quienes acusé investigarán mi muerte". El País, última, 30/09/2010)

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