El documental recoge los testimonios de antiguos anarquistas, hoy ancianos, que recuerdan con amargura la represión franquista: "Nadie puede decir cómo se sufre, durante años, viendo morir a los unos y esperando turno los otros. Nadie puede explicar cuando un hombre se va a quitar la vida con una correa colgado en el grifo del váter", asegura Antonio Garía Barón.
Los entrevistados relatan el frío recibimiento que encontraron en Francia -muchos fueron a parar a campos de concentración y algunos, de exterminio- o la decepción de verse solos en su lucha contra el franquismo tras haber ayudado a derrotar a Hitler.
Otro anarquista confiesa como, una vez capturado, deseó que le fusilaran "para terminar de una vez con las torturas", y cómo en la soledad de prisión le invadió el odio: "No odiaba a los que me daban golpes, odiaba a toda la sociedad. Me saturé de odio". (El País, 07/10/2010)
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