11/3/10

La prepresión franquista en Canarias

""Hubo una planificación del hecho represivo" en Canarias durante los años de la guerra civil y los que le siguieron. Ésta es una de las conclusiones de la intervención de Sergio Millares, profesor de Historia y director de la fundación Juan Negrín de Las Palmas (...)

Millares distinguió entre los factores estructurales de la represión y los coyunturales. Entre los primeros señaló el miedo del empresariado y los propietarios agrícolas a perder el amplio margen de beneficio económico que obtenían gracias al sistema de bajos salarios imperante, que fue cuestionado progresivamente a lo largo de la II República por un sector de trabajadores cada vez más organizado y reivindicativo a raíz de la crisis del 29. Sin embargo, estas reivindicaciones del proletariado agrícola en Canarias eran "reformistas, no revolucionarias", y se centraban en la reclamación de salario y trabajo.

Este miedo impulsa la represión explicada como la necesidad de "tomar medidas antes de que sea tarde" y explica la "amplia base social" que tuvo la represión franquista en Canarias, basada en una "alianza clara entre militares y oligarquía agraria". Esta alianza explica el alcance de las acciones represivas, porque los militares no habrían podido ejercer una represión tan profunda "sin el apoyo de las redes caciquiles".Entre los factores estructurales de la represión, Millares destacó el factor político subrayado por Mola: la necesidad de realizar intervenciones contundentes y el factor ideológico, promovido por la Iglesia, que se hace cómplice de la represión, favoreciéndola y participando en ella. Sólo excepcionalmente, la Iglesia intervino para "contener las aristas más duras" de la acción represiva.

El ritmo de las actuaciones represivas fue condicionado también por factores coyunturales, como el grado de resistencia al golpe o la evolución del frente de guerra. Así, en Gran Canaria, donde los casos están más estudiados, se evidencia que los pueblos donde la resistencia al golpe fue mayor fueron los más dañados. Igualmente, la resistencia de Madrid, la fuga de Villa Cisneros provocaron acciones determinadas, como los desaparecidos de La Palma o las desapariciones en Agaete, Arucas y Gáldar, respectivamente.

Para Millares es muy importante descifrar el proceso de "tránsito moral" en el que los falangistas, inicialmente personas idealistas, llegaron a convertirse en "asesinos en masa". "Hay que estudiar este tránsito en el que los falangistas se convirtieron en marionetas en manos de los militares". (En un rincón de la memoria, 08/07/2009)

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESE MILLARES DEBE SER AFÍN AL BEATERÍO POR QUE MIENTE AL DECIR QUE LA IGLESIA SÓLO PARTICIPÓ EXCEPCIONAMENTE. TODO EL MUNDO SABE QUE LOS PISTOLEROS , LOS QUE HACÍAN LAS LISTAS, LOS QUE ESTABAN EN TODOS LOS CARGOS. LOS ASESINOS, ERAN MUY FÁCILMENTE LOS CURAS. EN MI PUEBLO EL ASESINO ERA EL CURA, Y CUANDO NOS FUIMOS A LA CAPITAL NOS ENCONTRAMOS OTRO HACIENDO SU FUNCIÓN DE ENVIAR GENTE A SU DIOS. SIEMPRE SE LA METEN A LA FALANGE, LA IGLESIA SE EXCULPA A SÍ MISMA.