22/12/09

Los que lo vieron...

"La crónica desde el horno que Gradowski traza en uno de sus cuadernos entra a fondo en el detalle del espanto: "El cabello era lo primero que se quemaba. La piel, inmersa en las llamas, ardía al cabo de unos segundos. Entonces empezaban a levantarse brazos y piernas: los vasos sanguíneos se expandían y causaban esos movimientos de los miembros.

Ahora ya ardía ferozmente todo el cuerpo; la piel se había consumido y la grasa goteaba y siseaba entre las llamas [] La cabeza era lo que más tardaba en arder; dos llamitas azules surgían de las cuencas de los ojos, que ardían con el cerebro. [...] Todo el proceso duraba 20 minutos, y un ser humano, un mundo, se había convertido en cenizas". (Público, 22/12/2009)

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