"350.000 norteamericanos de raza negra formaron parte de la Fuerza
Expedicionaria que combatió en Europa durante la Primera Guerra Mundial.
Por entonces, el Ejército de EEUU aún imponía la segregación racial en
sus filas. Incluso así, los que combatieron en esa guerra sintieron que
no se les podía negar la condición de ciudadanos de pleno derecho a su
vuelta a casa.
Su país no había cambiado o se podría decir que había cambiado a
peor. Durante la guerra, se había producido el renacimiento del Ku Klux
Klan como nueva organización, alentada en buena parte por el éxito de la
película ‘El nacimiento de una nación’.
Volvieron los linchamientos y no sólo en el Sur. El episodio más
dramático fue la matanza de Tulsa, en Oklahoma, el 31 de mayo de 1921.
Unas trescientas personas negras fueron asesinadas por una multitud
de blancos enfurecidos, que arrasaron durante dos días el barrio de
Greenwood, una de las comunidades afroamericanas más prósperas del país.
Fue su reacción ante el intento frustrado de linchar a un joven negro
acusado de asaltar a una mujer blanca en un ascensor. No se llegó a
presentar denuncia, pero el sospechoso fue detenido e internado en los
calabozos del tribunal local. Jóvenes negros que habían participado en
la guerra impidieron inicialmente que la turba entrara en el edificio y a
partir de ahí se desató la carnicería.
Más de 1.200 viviendas fueron destruidas. 35 manzanas del barrio
quedaron llenas de ruinas de casas incendiadas. La policía y los
bomberos no movieron un dedo. De hecho, muchos agentes participaron en
la cacería. Los hospitales se negaron a atender a los heridos. Al final,
sólo uno los aceptó, pero los colocó en el sótano del edificio.
Los
supervivientes, unos 10.000, huyeron del barrio. Días después, algunos
regresaron para recuperar las escasas pertenencias que no habían sido
pasto de las llamas. Seis mil de ellos fueron internados en campos por
la Guardia Nacional hasta ser liberados semanas más tarde.
Fue entonces cuando se inició el encubrimiento del crimen.
Ningún blanco fue detenido. Las escasas pruebas documentales fueron
borradas de los archivos municipales. Sólo hay dos tumbas de víctimas
identificadas en el cementerio de la zona. Las demás fueron enterradas
en fosas comunes, cuya localización exacta aún se desconoce. El
Ayuntamiento actual tiene previsto iniciar pronto las excavaciones en
los dos posibles lugares detectados con un sonar y otros métodos.
A finales de los 90, la ciudad puso en marcha una comisión para
estudiar la masacre y se entrevistó en vídeo a las personas que aún
vivían que habían sido testigos de los hechos. Fuera de Tulsa y de los
programas de estudios afroamericanos de las universidades, poco se sabía
de lo ocurrido hasta entonces. Para muchos, la serie televisiva
‘Wachtmen’ fue la primera oportunidad de conocer lo que ocurrió.
Donald Trump ha elegido Tulsa para su primer gran mitin desde el inicio
de la pandemia de coronavirus. Se espera que 19.000 personas asistan al
acto.
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