12/2/19

He sufrido torturas psicológicas y físicas en las cárceles israelíes, lo que me obligó a confesar cosas que hice y otras que no hice...

"(...) Fuad Qasim al Razam nació en la ciudad palestina de Jerusalén. Pasó 31 años en prisión por matar a un soldado israelí y a un colono armado, entre otros cargos.

He sufrido torturas psicológicas y físicas en las cárceles israelíes, lo que me obligó a confesar cosas que hice y otras que no hice.

La primera fase de la detención suele ser la más difícil porque la tortura es más intensa y los métodos más brutales. No me daban comida ni me permitían dormir, me dejaban colgado del techo durante horas. 

A veces me dejaban de pie bajo la lluvia, desnudo, atado a un poste, con una bolsa en la cabeza. Me dejaban así todo el día mientras los soldados me golpeaban de tanto en tanto, me daban patadas y me golpeaban con palos.

Me prohibieron ver a mi familia durante años, y cuando finalmente se me permitió ver a mi madre, se estaba muriendo. Una ambulancia la llevó a la prisión de Beir Al Saba y me llevaron encadenado a verla. Estaba muy mal de salud y ya no podía hablar. Recuerdo los tubos que salían de sus manos y su nariz. Sus brazos estaban magullados y azules por las agujas que pinchaban su frágil piel. 

Sabía que sería la última vez que la veía, así que le leí algo del Corán antes de que me llevaran de vuelta a mi celda. Murió 20 días después. Sé que estaba orgullosa de mí. Cuando me excarcelaron después del intercambio de prisioneros en 2011 no se me permitió ir a visitar su tumba a leer versículos del Corán porque me deportaron a Gaza inmediatamente. Un día visitaré su tumba. (...)"

No hay comentarios: