"Hubo al menos 16.189 Republicanos ejecutados por los fascistas
en esta comunidad, por consejo de guerra, extrajudicialmente, en
cárceles, en campos de concentración nazis, aunque el levantamiento de
1936 apenas encontró resistencia.
Militares, guardia civil y falange
asesinaron a alcaldes, concejales, sindicalistas, trabajadores,
ciudadanos implicados en el Republicanismo. Se han exhumado 215 fosas
comunes en Castilla y León y se han rescatado los restos de 1.896
víctimas mortales, los informes documentan pericialmente la gran
magnitud de los crímenes franquistas.
Cuenta Iván Aparicio, que según los datos de la Asociación
Recuerdo y Dignidad, en Soria fueron asesinados 586 civiles. Sus
cuerpos, abandonados para sembrar el terror fueron enterrados por vecinos. (...)
Luís Castro, José Mª Rojas y Jesús Cámara Olalla informan de más de 2.500 asesinatos, al menos 73 fueron mujeres, en Burgos. En la Ribera del Duero y del Arlanza hubo hasta 800 víctimas. Las personas eran sacadas de un centro de reclusión o de su propia casa, y conducidas a un lugar apartado donde eran fusiladas, a veces tras ser torturadas, como muestran las fracturas óseas en las exhumaciones de las fosas. Además están los numerosos asesinados tras consejos de guerra. En el penal de Valdenoceda hubo al menos 154 muertos (...)
El grupo Espacio Tangente ha exhumado 96 víctimas que presentaban tortura, violencia, fracturas en los cráneos, ataduras, de una de las mayores fosas franquistas, en el Monte Estepar, a 25 km de Burgos.
Santiago Vega nos cuenta que la persecución de los Republicanos en Segovia
por militares, guardia civil, falangistas, ocasionó mas de 370
víctimas, 8 mujeres: 155 por fusilamientos judiciales y 215 crueles
asesinatos extraoficiales, quedando los cadáveres abandonadas a la vista
para infundir más horror.
Bruno Coca relata que en Ávila la represión franquista se
convirtió en un instrumento al servicio de las clases rurales
dominantes, para doblegar la resistencia de los jornaleros y las sociedades obreras incluyendo violaciones y asesinatos de mujeres. También se centró en alcaldes y concejales de los partidos del Frente Popular, y en los maestros Republicanos. Más de 1.000 víctimas permanecen sin identificar en fosas de esta provincia.
Los sublevados asesinaron a unos 5.800 Republicanos en León, sin olvidar a las víctimas de la terrible prisión de San Marcos. (...)
Muchas leonesas fueron reprimidas “por rojas y por mujeres”, sufriendo asesinato, violaciones, rapas, ingestión de de ricino. La ARMH ha exhumado 49 fosas y recuperado 169 cuerpos.
En Zamora los franquistas asesinaron a cerca de 2.000
Republicanos. Cándido Ruiz y Eduardo Martín cuentan que se realizaron
sacas y paseos a dirigentes sindicales, concejales del Frente Popular, como en Morales de Toro, en Villanueva del Campo, o a trabajadores Republicanos del ferrocarril Zamora-Ourense.
Muchas mujeres fueron desgraciadamente asesinadas por matones falangistas, como Amparo Barayón, Ramona Ortiz, Fidela García y Julia Cifuentes, las hermanas Ángela y Magdalena Flechoso, Matea Luna. Cientos de Republicanas como las mujeres del Grupo Obrero Femenino de Benavente y de la prisión de Zamora fueron maltratadas, vejadas y asesinadas
La represión franquista en Palencia, cuenta José Antonio Lorenzo Cuesta, fue un plan para la eliminación de los partidarios
del Gobierno legítimo de la II República. El antiguo cementerio de
Palencia, ahora parque de la Carcavilla, contiene una gran fosa con
cerca de 500 Republicanos, de los que se han recuperado 110 cadáveres.
Severiano Delgado explica que el 25 de julio, los sublevados
controlaban al completo la provincia de Salamanca, comenzando una
represión brutal. Los falangistas ejecutaron a cientos de Republicanos extrajudicialmente como ocurrió con el alcalde Republicano de Salamanca, Casto Prieto Carrasco. En el monumento memorialista del cementerio de Salamanca constan 1.106 personas asesinadas. En el S.O. de la provincia de Salamanca hay identificadas 972 víctimas.
Orosia Castán da cuenta de 3.000 republicanos asesinados por los franquistas en Valladolid, incluso mediante repugnantes espectáculos públicos. Entre las víctimas, numerosos miembros del magisterio Republicano. Hubo múltiples paseos, como en Villanueva de San Mancio, incluso el Gobernador Civil de Valladolid Luis Lavín Gautier, y muchos Republicanos fueron asesinados extrajudicialmente. Otros fueron sometidos a consejos de guerra irregulares.
Las mujeres no se libraron de violaciones, malos tratos y asesinatos.
La mayor parte de las fosas clandestinas del franquismo diseminadas por
la provincia siguen sin localizarse, y han sufrido serios deterioros." (Tulio Riomesta, 11/12/18)
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