"Es un honor para nosotras poder decir en voz alta el nombre de nuestro
abuelo, 81 años después de que lo arrestaran en San Fernando por
quebrantar la ley". Con una fotografía de su abuelo en un plástico
transparente, María Teresa Martínez de Sancha y Rosa María de Sancha
Castellano, recordaban a su familiar mientras leían el nombre y los
apellidos de un grupo de represaliados en San Fernando en los primeros
meses de ese terrible verano. (...)
Ese día de hace 81 años, Manuel de Sancha Morales, comandante en jefe
de las tropas de Infantería de Marina fue arrestado. Su delito,
desobedecer a los militares golpistas y mantenerse fiel a la República.
"Mi abuelo se negó a sacar las tropas a la calle y declarar el estado de
sitio". Su desacato le costó caro y ese mismo día se lo llevaron
detenido al Penal de las Cuatro Torres, donde permaneció hasta la
madrugada de 28 de agosto. A las dos de la mañana, acabaron con su
vida.
Pero no con su memoria. Sus nietas han recordado con orgullo la
faceta de músico de su abuelo, director de la orquesta del Teatro de Las
Cortes y de la Coral de Santa Cecilia. Tan sólo nueve días antes del
Golpe de Estado y de su detención, Manuel dio un concierto en favor de
los parados de La Isla. "Eso jugó en su contra", aciertan a decir
ambas.
Y es que la represión en San Fernando tuvo tres objetivos
principales: los representantes de la legalidad -alcalde y concejales-,
los dirigentes sindicales, masones y obreros y los militares, que no
secundaron el alzamiento militar, tal como explicó Miguel Ángel Moreno,
de Amede. Esa es una de las particularidades de la represión en una
ciudad eminentemente militar. Muchos militares que no se sumaron al
Golpe fueron acusados de rebeldes. La justicia al revés. Y el lenguaje,
claro. (...)
Con cinco tiros en un costado, envuelto en una manta y con su uniforme
de gala, Manuel está enterrado en la fosa común de San Fernando. Su
familia consiguió información del lugar exacto donde yace pero quieren
recuperar sus restos. "Él era liberal pero republicano. Murió gritando
¡viva España!", que no sólo era de los nacionales.
Como él hay cientos
de personas en la que, según los primeros estudios, puede ser la fosa
más grande de la provincia de Cádiz y la segunda de Andalucía. Se
calcula un número de más de doscientos personas pero como siempre
advierten arqueólogos y antropólogos, "hasta que no se abra la fosa no
sabemos qué podemos encontrarnos". (...)
Allí también descansa Agustín Rodríguez Nieto, escribiente de la CNT,
que fue asesinado en el mismo pelotón de fusilamiento que el último
alcalde de San Fernando, Cayetano Roldán Moreno. Su sobrina nieta, María
Rosa Rodríguez Aragón también ha leído hoy su nombre con una emoción
contenida. "Esto que ha pasado aquí es muy importante.
Yo no nací con el
silencio y cuando íbamos al Cementerio mi madre le ponía flores y me
decía que no pisara por allí, que tuviera cuidado, pero esto hace unos
años era impensable". Aguanta las lágrimas y respira: "Esto es como un
bálsamo. Lo necesitábamos". (
No hay comentarios:
Publicar un comentario