"Felisa Echegoyen tenía 26 años cuando fue
detenida por Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño'. Fue
golpeada hasta que su cuerpo quedó rígido e inmóvil por un ataque
nervioso. Adolfo Rodríguez contó 257 golpes durante uno de los interrogatorios en la Dirección General de Seguridad. Willy Meyer vio como metían una pistola entre sus costillas y disparaban.
El arma, por suerte, estaba descargada. Rosa María García fue llevada a "pasear" fuera de los calabozos. Le hicieron creer que la fusilarían en cualquier cuneta. Chato Galante nunca olvidará cómo le colgaron de una barra y lo lincharon a palos cual saco de boxeo.
Luis Suárez
pensó en repetidas ocasiones en suicidarse en aquellos calabozos.
"Billy el Niño era el más conocido, pero él así lo quería. Exhibía
constantemente su identidad", concreta Jesús Rodríguez, también víctima de torturas.
Son
siete nombres de víctimas de torturas. Son siete nombres de luchadores
por la democracia. Siete casos que sirven como espejo de la
sistematicidad de las torturas ejercidas por Antonio González Pacheco
en la Dirección General de Seguridad. "De allí no se libraba nadie. Si
entrabas allí, eras torturado", prosigue Rosa, que se reconoce como una
simple militante de base del FRAP.
42 años después
de aquellas torturas, de aquellos golpes, de aquellas humillaciones,
decenas de víctimas de 'Billy el Niño' acudirán a los tribunales
españoles para conseguir lo que el Estado lleva 42 años negándose a
ofrecer: justicia. La primera querella será presentada este miércoles
por Luis Suárez, exmiembro de la Liga Comunista Revolucionaria.
Antes, la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA)
ofrecerá una rueda de prensa en Madrid a las 10.00 horas en la Junta de
Distrito de Tetuán en la que explicará los motivos que le llevan a
adoptar esta nueva estrategia contra la impunidad de la dictadura.
"'Billy el Niño' estaba ufano
de su fama. Tengo la sensación de que no ocultaba en ningún momento que
se trataba del famoso torturador. Él, de alguna manera, estaba muy
orgulloso de hacer lo que hacía y de ser quien era", recuerda Luis Suárez, impulsor de la primera querella, en declaraciones a Público.
Los
querellantes, no obstante, conocen la dificultad de conseguir su
objetivo: ver a 'Billy el Niño' responder ante las preguntas de la
Justicia. No están locos. Prácticamente todos ellos ya denunciaron ante
la Justicia de Argentina las torturas de este hombre y ya vieron cómo la
Audiencia Nacional rechazó la extradición del torturador al país
sudamericano a pesar de las orden de detención internacional emitida por la Interpol.
Según razonó la Audiencia Nacional, las torturas de 'Billy el Niño' no pueden ser calificadas como crímenes de lesa humanidad
ya que éstas no formaban parte de un "ataque sistemático y organizado a
un grupo de población". Por tanto, la Audiencia Nacional consideró que
los crímenes que este miércoles se volverán a denunciar están ya
prescritos y no pueden ser juzgados.
Las víctimas
consideran que las torturas de Billy el Niño eran sistemáticas.
Independientemente de si el interrogado era un miembro de una
organización política clandestina o si era dirigente, las torturas
siempre se producían como modo de escarmiento a todo aquel que
simpatizara con el movimiento obrero y/o universitario.
Por tanto, sí
que había una sector de la población específico: todo aquel que se
resistiera a la voluntad del franquismo. Por ello, creen que, al menos,
debería juzgarse a González Pacheco para dilucidar si fueron crímenes de lesa humanidad, si están prescritos o si están bajo el amparo de la Ley de Amnistía.
"Yo quiero que le juzguen para que dé explicaciones. Quiero saber por qué se empleaba con mucha más dureza que sus compañeros. Qué le motivaba a ser tan cruel", explica a Público Adolfo Rodríguez, que ni siquiera pide penas de cárcel. De hecho, ninguna de las siete víctimas entrevistadas por Público para este artículo quiere que 'Billy el Niño' termine entre rejas. Se trata, más bien, del deseo de obtener Verdad, Justicia y Reparación y, tal y como describe Willy Meyer, terminar esa transición a la democracia que parece que nunca llega.
"Nadie pensó que esa ley de Amnistía taparía delitos como tortura o exterminio,
pero la verdad es que ha servido para encubrir crímenes que conforme al
derecho universal nunca prescriben. A estas alturas, como usted
comprenderá no quiero que González Pacheco entre en prisión. Esta
querella que voy a presentar busca que Antonio González Pacheco sea juzgado y señalado como un torturador y que así pase a la historia", sentencia Meyer, ex portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo. " (Alejandro torrús, Público, 19/06/17)
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