El empresario Manuel Muñoz Medina, dueño de Guadarte, y Teresa Rodríguez, portavoz de Podemos en Andalucía
"La portavoz de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha emprendido
acciones legales contra Manuel Muñoz Medina, director general de la
empresa Guadarte, por un agresión sexista ocurrida el pasado martes en
la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla, en la inauguración de una
exposición fotográfica por el aniversario de la agencia EFE. Según ha
declarado en una entrevista a El País, ha presentado una solicitud de
conciliación judicial, previa a la vía civil o penal, por “trato
degradante y agresión sexista”.
Teresa Rodríguez ha relatado en un
post de Facebook cómo el empresario la acorraló contra una pared y
simuló besarla con la mano entre medias. En concreto, la agresión ocurre
cuando Rodríguez acude a hablar con el presidente de la Cámara de
Comercio, Francisco Herrero León. Tras visitar su despacho, dos hombres
la interceptan: “Es entonces cuando el Sr. Muñoz Medina directamente se
abalanza sobre mí y con un empujón me amordaza la boca con la mano
mientras aproxima su boca a la mía y simula besarme en los labios con su
mano de por medio”.
Muñoz Medina ha respondido en declaraciones a
El Independiente que la agresión fue “una broma desafortunada” y la
justifica porque había bebido previamente “unas copitas” en la sede de
la institución con el resto de los miembros: “Estaba ebrio. Me he pasado
siete pueblos”. Ahora, asegura, quiere pedir perdón a Teresa Rodríguez.
En
estas declaraciones reconoce los hechos y ha asegurado sentirse
“totalmente avergonzado”. “Posiblemente mi mujer o la suya también
habrían reaccionado de la misma manera que ella”, ha reconocido.
En
el momento de la agresión, la única persona que reacciona es una
trabajadora que se encuentra con ellos, que pregunta “claramente
escandalizada” si se conocen. Él responde que la conoce porque está
“harto de verla en la tele”. “En ese momento me siento paralizada,
humillada, ultrajada y siento deseos de marcharme lo antes posible de
allí y lo único que me sale es preguntar “¿y usted quién es?”, continúa
Teresa Rodríguez.
“El Sr. Muñoz Medina, que seguía divertido ante lo que
se había atrevido a hacer, ni corto ni perezoso, me dio una tarjeta
corporativa donde figuraba que era Manuel Muñoz Medina, director general
de Guadarte”. El empresario también es vocal en la propia Cámara de
Comercio de Sevilla.
La agresión ocurre sin que nadie intervenga y
con la connivencia de los presentes. El presidente de la Cámara “se
limita a seguir la broma diciendo ‘ten cuidado que te vende un mueble'” y
otros tres hombres que se encuentran en el lugar “se ríen por una
situación que me resulta humillante y degradante”.
Además,
Rodríguez ha cursado una queja en la Cámara de Comercio de Sevilla. Su
presidente reconoció los hechos y pidió disculpas por no haber
reaccionado de otra manera, según su relato.
La coordinadora de
Podemos en Andalucía afirma que, como cargo público, tiene la obligación
de “no dejar pasar actos de este tipo” para luchar contra la violencia
machista y servir como ejemplo. “En mi caso, no es solo un derecho, es
una obligación no dejar pasar actos de este tipo por su claro cariz
sexista y por formar parte de lo que consideramos violencias machistas”,
afirma en el post.
“Entiendo que luchar contra las violencias machistas
supone no dejar pasar ninguna agresión, no guardar silencio en ningún
caso y es por ello que lo hago público, también por quien lo sufre y no
puede denunciarlo con el altavoz que la ciudadanía me ha otorgado”. (...)" (eldiario.es, 23/12/16)
"Hace más de diez años hice una entrevista a los directivos
de una agencia de publicidad. Al terminar comenzó la sesión de fotos,
ese momento para el que casi nadie está preparado ni muestra entusiasmo.
El fotógrafo, al ver lo encorsetado de las poses, les pidió que
sonrieran. “¡Mejor que nos haga ella un striptease, y ya verás
cómo nos reímos!”, dijo el presidente de la compañía. “Ella ha venido a
trabajar”, dijo mi colega. Disparó su cámara y nos fuimos. No volvimos a
hablar de ese tema, ni él ni yo.
Han pasado esos más de diez años y he ganado en arrugas y
en sarcasmo. También tolero menos determinadas cosas. Pero mi memoria no
sólo recuerda aquellas palabras. También recuerda las risas, las
malditas risas de los cómplices.
Los que rieron la gracia ante la
testosterona del jefe, no vaya a ser que. Los que asienten, los que
miran para otro lado, los que se escudan en el “a mí no me gusta meterme
en líos”, los que alimentan a esos tipejos.
Son los mismos que le rieron la agresión a Teresa
Rodríguez. Una mujer que cayó en manos de un tipo que consideró oportuno
arrinconarla, taparle la boca e intentar besarla en un acto oficial. Un
tipo que pidió perdón y que puso el alcohol como culpable de su actitud
deplorable y llena de bajeza. “Estaba ebrio, me pasé siete pueblos”,
dijo Manuel Muñoz Medina.
Pero esa actitud, esa “broma desafortunada”
provocó las risas de algunos, los que consideraron gracioso y hasta
normal que un hombre haga eso con una mujer. Teresa Rodríguez lo
denunció y aprovechó su cargo y su notoriedad para poner voz a las
mujeres que han sufrido y sufren ese tipo de vejaciones.
La agresión,
según explicó la propia Rodríguez, ocurrió sin que nadie interviniera y
con la connivencia de los presentes. El presidente de la Cámara de
Comercio de Sevilla, dice, "se limitó a seguir la broma diciendo 'ten
cuidado que te vende un mueble'" y otros tres hombres que se encontraban
en el lugar se rieron.
Porque imaginemos ahora que en vez de ser una representante política la
agredida hubiera sido una camarera o una azafata que en esos momentos
estuviera trabajando en ese acto público. La misma actitud, las mismas
risas… ¿qué habría hecho la víctima? ¿habría denunciado a su agresor o
se habría zafado de él, huyendo avergonzada a otro sitio donde no
pudieran ver su cara de miedo, su estupor ante lo ocurrido? No tengo la
respuesta a esta pregunta, pero me temo que se parece más a la segunda
de las opciones.
Muñoz Medina ha dimitido de su puesto como vocal de la
Cámara de Comercio de Sevilla, pero imagino que lo seguirán invitando a
actos institucionales. Ya saben, se pasó siete pueblos pero es que se
había tomado unos vinitos de más. Con tal de que a partir de ahora sólo
le acerquen la bandeja con los refrescos, solucionado. Sigue siendo un
empresario, uno de los nuestros, un hombre hecho a sí mismo.
Mientras tanto, los medios hemos aportado nuestra dosis de
complicidad al asunto. “Teresa Rodríguez denuncia a un empresario que
simuló besarla”, tituló el diario ABC el día de Nochebuena. A
ver, simular besar a alguien no es lo que le ocurrió a la líder de
Podemos en Andalucía. Y ese titular suaviza la agresión por una única
razón: la ideología.
Ahora imaginen que un concejal de Podemos en
Andalucía comete esa misma agresión con una política del PP. Ahora
imaginen que sus colegas le ríen la bravuconada, hacen chistes para
completar el festival de humor. Ahora imaginen el titular de ABC. Malditos cómplices, y maldito silencio." (Ángeles Caballero, CTXT, 27/12/16)
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