30/12/16

Teresa Rodríguez demanda a un empresario por agresión machista

 
 El empresario Manuel Muñoz Medina, dueño de Guadarte, y Teresa Rodríguez, portavoz de Podemos en Andalucía

"La portavoz de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha emprendido acciones legales contra Manuel Muñoz Medina, director general de la empresa Guadarte, por un agresión sexista ocurrida el pasado martes en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla, en la inauguración de una exposición fotográfica por el aniversario de la agencia EFE. Según ha declarado en una entrevista a El País, ha presentado una solicitud de conciliación judicial, previa a la vía civil o penal, por “trato degradante y agresión sexista”.

Teresa Rodríguez ha relatado en un post de Facebook cómo el empresario la acorraló contra una pared y simuló besarla con la mano entre medias. En concreto, la agresión ocurre cuando Rodríguez acude a hablar con el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero León. Tras visitar su despacho, dos hombres la interceptan: “Es entonces cuando el Sr. Muñoz Medina directamente se abalanza sobre mí y con un empujón me amordaza la boca con la mano mientras aproxima su boca a la mía y simula besarme en los labios con su mano de por medio”.

Muñoz Medina ha respondido en declaraciones a El Independiente que la agresión fue “una broma desafortunada” y la justifica porque había bebido previamente “unas copitas” en la sede de la institución con el resto de los miembros: “Estaba ebrio. Me he pasado siete pueblos”. Ahora, asegura, quiere pedir perdón a Teresa Rodríguez.

En estas declaraciones reconoce los hechos y ha asegurado sentirse “totalmente avergonzado”. “Posiblemente mi mujer o la suya también habrían reaccionado de la misma manera que ella”, ha reconocido.

En el momento de la agresión, la única persona que reacciona es una trabajadora que se encuentra con ellos, que pregunta “claramente escandalizada” si se conocen. Él responde que la conoce porque está “harto de verla en la tele”. “En ese momento me siento paralizada, humillada, ultrajada y siento deseos de marcharme lo antes posible de allí y lo único que me sale es preguntar “¿y usted quién es?”, continúa Teresa Rodríguez.

 “El Sr. Muñoz Medina, que seguía divertido ante lo que se había atrevido a hacer, ni corto ni perezoso, me dio una tarjeta corporativa donde figuraba que era Manuel Muñoz Medina, director general de Guadarte”. El empresario también es vocal en la propia Cámara de Comercio de Sevilla.

La agresión ocurre sin que nadie intervenga y con la connivencia de los presentes. El presidente de la Cámara “se limita a seguir la broma diciendo ‘ten cuidado que te vende un mueble'” y otros tres hombres que se encuentran en el lugar “se ríen por una situación que me resulta humillante y degradante”.

Además, Rodríguez ha cursado una queja en la Cámara de Comercio de Sevilla. Su presidente reconoció los hechos y pidió disculpas por no haber reaccionado de otra manera, según su relato.

La coordinadora de Podemos en Andalucía afirma que, como cargo público, tiene la obligación de “no dejar pasar actos de este tipo” para luchar contra la violencia machista y servir como ejemplo. “En mi caso, no es solo un derecho, es una obligación no dejar pasar actos de este tipo por su claro cariz sexista y por formar parte de lo que consideramos violencias machistas”, afirma en el post. 

“Entiendo que luchar contra las violencias machistas supone no dejar pasar ninguna agresión, no guardar silencio en ningún caso y es por ello que lo hago público, también por quien lo sufre y no puede denunciarlo con el altavoz que la ciudadanía me ha otorgado”. (...)"             (eldiario.es, 23/12/16)

"Hace más de diez años hice una entrevista a los directivos de una agencia de publicidad. Al terminar comenzó la sesión de fotos, ese momento para el que casi nadie está preparado ni muestra entusiasmo.

 El fotógrafo, al ver lo encorsetado de las poses, les pidió que sonrieran. “¡Mejor que nos haga ella un striptease, y ya verás cómo nos reímos!”, dijo el presidente de la compañía. “Ella ha venido a trabajar”, dijo mi colega. Disparó su cámara y nos fuimos. No volvimos a hablar de ese tema, ni él ni yo.

Han pasado esos más de diez años y he ganado en arrugas y en sarcasmo. También tolero menos determinadas cosas. Pero mi memoria no sólo recuerda aquellas palabras. También recuerda las risas, las malditas risas de los cómplices. 

Los que rieron la gracia ante la testosterona del jefe, no vaya a ser que. Los que asienten, los que miran para otro lado, los que se escudan en el “a mí no me gusta meterme en líos”, los que alimentan a esos tipejos.

Son los mismos que le rieron la agresión a Teresa Rodríguez. Una mujer que cayó en manos de un tipo que consideró oportuno arrinconarla, taparle la boca e intentar besarla en un acto oficial. Un tipo que pidió perdón y que puso el alcohol como culpable de su actitud deplorable y llena de bajeza. “Estaba ebrio, me pasé siete pueblos”, dijo Manuel Muñoz Medina.

 Pero esa actitud, esa “broma desafortunada” provocó las risas de algunos, los que consideraron gracioso y hasta normal que un hombre haga eso con una mujer. Teresa Rodríguez lo denunció y aprovechó su cargo y su notoriedad para poner voz a las mujeres que han sufrido y sufren ese tipo de vejaciones.

 La agresión, según explicó la propia Rodríguez, ocurrió sin que nadie interviniera y con la connivencia de los presentes. El presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, dice, "se limitó a seguir la broma diciendo 'ten cuidado que te vende un mueble'" y otros tres hombres que se encontraban en el lugar se rieron.

 Porque imaginemos ahora que en vez de ser una representante política la agredida hubiera sido una camarera o una azafata que en esos momentos estuviera trabajando en ese acto público. La misma actitud, las mismas risas… ¿qué habría hecho la víctima? ¿habría denunciado a su agresor o se habría zafado de él, huyendo avergonzada a otro sitio donde no pudieran ver su cara de miedo, su estupor ante lo ocurrido?  No tengo la respuesta a esta pregunta, pero me temo que se parece más a la segunda de las opciones.

Muñoz Medina ha dimitido de su puesto como vocal de la Cámara de Comercio de Sevilla, pero imagino que lo seguirán invitando a actos institucionales. Ya saben, se pasó siete pueblos pero es que se había tomado unos vinitos de más. Con tal de que a partir de ahora sólo le acerquen la bandeja con los refrescos, solucionado. Sigue siendo un empresario, uno de los nuestros, un hombre hecho a sí mismo.

Mientras tanto, los medios hemos aportado nuestra dosis de complicidad al asunto. “Teresa Rodríguez denuncia a un empresario que simuló besarla”, tituló el diario ABC el día de Nochebuena. A ver, simular besar a alguien no es lo que le ocurrió a la líder de Podemos en Andalucía. Y ese titular suaviza la agresión por una única razón: la ideología. 

Ahora imaginen que un concejal de Podemos en Andalucía comete esa misma agresión con una política del PP. Ahora imaginen que sus colegas le ríen la bravuconada, hacen chistes para completar el festival de humor. Ahora imaginen el titular de ABC. Malditos cómplices, y maldito silencio."                  (Ángeles Caballero, CTXT, 27/12/16)

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