"El 16 de septiembre y 1936 fue paseado por falangistas armados Manuel
Rodríguez Sangiao, alcalde de la localidad pontevedresa de Cuntis, que
se había entregado días antes a las autoridades golpistas. Otros
miembros del gobierno municipal también fueron asesinados, pasaron años
en la cárcel y en campos de detención como el de San Simón o sufrieron
una continuada represión. (...)
Como destaca el historiador Marcos Seixo en Represión franquista en Cuntis. Memoria do 1936,
“el panorama cultural, económico, social y político de la villa termal
antes de 1936 se caracterizaba por un buen grado de prosperidad”,
destacando el autor el papel del alcalde Manuel Rodríguez Sangiao,
cantero de profesión, a quien califica como "quizás el mejor alcalde con
el que contó Cuntis".
Según el autor, Rodríguez
Sangiao fue asesinado junto con Serxio González (también miembro del
Comité de Resistencia del Frente Popular) después de entregarse
“ingenuamente” para ser deportados a Vila de Cruces y Lalín, de donde no
regresarían con vida. El alcalde confiaba en que no tenía nada que
temer pues nada malo había hecho, más que “cumplir su deber como
autoridad electa”.
Falangistas armados fueron a buscarlos a la pensión
en la que se hospedaban, para llevarlos a Costa Carballo (parroquia de
Pazos, Silleda), donde los asesinaron el 16 de septiembre de 1936,
figurando “hemorragia interna” como causa de la muerte. El regidor fue
enterrado allí, hasta que años después su familia consiguió recuperar su
cadáver para inhumarlo en Cuntis.
Según un testimonio oral citado por
Seixo, Rodríguez Sangiao les hizo frente a los falangistas, golpeando a
uno de ellos y arrebatándole su arma. Sin embargo, otro (chófer del
propietario del Balneario de Cuntis) lo atacó por detrás con la manivela
de arranque del coche, matándolo.
El hijo mayor del
alcalde fue asesinado en 1940 en Madrid por falangistas de Cuntis,
cuando estaba realizando el servicio militar. Ya lo habían querido matar
unos años antes, en la villa, después de que el joven acusara a uno de
los falangistas de haber asesinado a su padre, pues portaba su reloj de
bolsillo, que el ex regidor había traído de Argentina.
Otros hijos de
Manuel Rodríguez Sangiao continuaron sufriendo presiones y humillación a
lo largo de la dictadura, siendo obligados por ejemplo a cantar el Cara el Sol en el patio del colegio, recibiendo una paliza si no lo hacían.
En las últimas semanas Cuntis acogió cuatro exposiciones centradas en
la memoria histórica y la represión sufrida en la guerra y en la
dictadura franquista, además de proyectarse documentales como Las Cunetas.
La represión fue especialmente dura en Cuntis, con numerosos paseados,
como Xoán Xesús González, Roberto Blanco Torres, Secundino Limeres, Xosé
Vázquez Grela, Avelino Ares o María Suárez Paz." (Marcos Pérez Pena
, Público, 30/10/2015)
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