23/4/14

La tortura puede ser lo más pequeño del mundo pero repetido continuamente, sin fin...

"(...) José Luis Fernández y su mujer fueron detenidos en el mismo expediente que Aguilar. A su mujer, enfermera, la detuvieron en la Fundación Giménez Díaz. A él, en su casa. 

Estuvo siete días en la DGS. "Los interrogatorios eran de diez horas diarias. No quiero contar los golpes, las palizas y las amenazas porque no tenían mayor importancia en comparación con la tortura de verdad", señala este hombre que denuncia que los policías golpearon repetidamente el viente de su mujer embarazada.

"González Pacheco estuvo las 70 horas de interrogatorio conmigo. No se separó ni un segundo. La tortura puede ser lo más pequeño del mundo pero repetido continuamente, sin fin, y sabiendo que lo puedes parar si levantas la mano.... Yo levanté la mano.

 Dije que era miembro del Partido Comunista Marxista Leninista. Preservé más del 99% de la información pero no el 100%. Inventas todo un sistema de mentiras que tienes que recordar para los próximos interrogatorios", concluye Fernández."             (Público, 10/04/2014)

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