27/12/13

Inmediatamente se lo condenó; le hicieron cavar su tumba, lo fusilaron, echaron tierra encima y la aplanaron pisoteando sobre ella



“Saint-Dié, 2 de septiembre de 1944.

Regresa de una reunión celebrada en el Gran Cuartel General el capitán de caballería Adier. 

También Himmler ha pronunciado allí una conferencia. Es preciso ser duros, ha dicho — contó que hace poco desertó un suboficial, pero fue detenido y devuelto a su batallón, que en esos momentos estaba haciendo la instrucción en el patio del cuartel. 

Inmediatamente se lo condenó; le hicieron cavar su tumba, lo fusilaron, echaron tierra encima y la aplanaron pisoteando sobre ella. Luego prosiguieron los ejercicios como si nada hubiera ocurrido.

Es una de las atrocidades más espantosas que he oído de ese mundo de desolladores.”

(Ernst Jünger: Radiaciones II. Diarios de la segunda guerra mundial (1943-1948). Tusquets Editores, 2005. Págs. 279)

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