30/10/13

Da escalofríos ver como personas normales, con ocupaciones normales, con un comportamiento normal, pasan a actuar con ese sadismo desmesurado

"-Lo que más me ha impactado es la absoluta normalidad que presentaban cuatro de los cinco personajes protagonistas antes de adquirir responsabilidades por su adscripción al nazismo. Da escalofríos ver como personas normales, con ocupaciones normales, con un comportamiento normal, pasan a actuar con ese sadismo desmesurado, lo que arroja inquietantes interrogantes sobre la naturaleza humana.

 ¿Cuántas de las personas con las que nos cruzamos por la calle podrían convertirse en psicópatas si de pronto detentasen el poder absoluto sobre sus semejantes? Igual que una circunstancia concreta puede convertir a alguien en un héroe sin habérselo propuesto, también puede convertirlo en un demonio. 

-En su libro narra todo tipo de atrocidades realizadas en los campos de concentración ¿Cree que las torturas nazis deben caer en el olvido?
-En ningún caso han de caer en el olvido las torturas cometidas por los nazis, lo que ha de servir para tener presentes los abusos inmanentes a cualquier régimen totalitario. Corremos el peligro de pensar que esos excesos son cosa del pasado, cuando están ocurriendo actualmente.
Hay países con presencia en los organismos internacionales en los que los disidentes son encarcelados, o se decreta su muerte civil. No habrá campos de concentración como en la Alemania nazi, pero el principio es el mismo; quien no se somete al régimen, es expulsado de la sociedad. Las torturas son la expresión más terrible de ese aplastamiento del individuo por parte del Estado, pero hay muchas maneras de coaccionar y ahogar la libertad sin llegar a esos extremos, aunque igual de efectivas.
 Es fácil condenar el nazismo, cumpliéndose aquello de “a moro muerto, gran lanzada”, pero es más difícil condenar esos abusos hoy día, cuando intervienen sobre todo intereses económicos, lo que denota una gran hipocresía. (...)

-¿Cómo es posible que, personas aparentemente normales, jugaran con la vida de miles de seres humanos de la forma en que lo hicieron?
-Jugando a psicólogo, creo que ahí funcionó lo que se conoce como “marcos de referencia”. En los campos nazis, lo normal era tratar brutalmente a los prisioneros, no sólo estaba aceptado, sino que se prescribía ese tipo de comportamiento para mantener el orden y la disciplina. Los que no estaban dispuestos a actuar así ya habían sido eliminados durante el proceso de selección.
 Así pues, muchos guardianes interpretaban que ese era su “trabajo”, que eso era lo que esperaba de ellos. También se les inculcaba que los prisioneros eran enemigos del Reich, lo que acababa de disipar sus dudas.
 Pero en los casos que trato en mi libro, se fue mucho más allá de esa brutalidad aceptada; el cómo fue posible que unas personas normales acabaran comportándose como auténticos psicópatas requiere una explicación para la que no tengo respuestas.
-¿Diría que el régimen nazi favoreció que estos individuos se convirtieran en “bestias”?
-Si se refiere a que al régimen nazi le interesó convertirlos en bestias, paradójicamente diría que no. Al menos en teoría, las SS buscaban tener en sus filas ejecutores fríos y desapasionados, capaces de aplicar castigos de manera mecánica e impersonal, no psicópatas que en cualquier momento podían llegar a actuar por libre. Aun así, las SS miraban hacia otro lado cuando alguien conseguía buenos resultados aunque sus métodos no fueran ortodoxos, por así decirlo. Las SS presentan muchas contradicciones, y ésta es una de ellas.(...)
 
-Con el paso de los años, parece que Alemania se ha fijado el objetivo de acabar con el recuerdo del nazismo en su país (por ejemplo; en Berlín se voló el búnker de Hitler y no existen muchos museos sobre el tema). ¿Cree que esta política es aceptable?
-Creo que ya se está dando el fenómeno contrario. Hace unos cinco años que, por ejemplo, se colocó un panel informativo sobre el emplazamiento del búnker de Hitler, se están recuperando refugios antiaéreos, se celebran exposiciones sobre el nazismo y se producen películas y series de TV sobre este período. Incluso ha tenido mucho éxito en Alemania la novela “Ha vuelto”, en la que Hitler resucita en 2011 para convertirse en una estrella de Youtube. 
Eso demuestra que la política anterior fue un error, que la gente quiere saber lo que pasó entonces para poder asimilarlo y mirar hacia adelante. Creo que esa es la mejor manera que tienen los alemanes de superar ese trauma histórico."                         (Entrevista a Jesús Hernández, ABC, 29/10/2013)

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