20/1/11

La represión de los maestros...

"León, 19 ene (EFE).- Entre el quince y el veinte por ciento de los educadores fue condenado por la represión franquista durante la Guerra Civil y los primeros años de posguerra en la Comunidad, según revela el libro "Muerte y represión en el magisterio de Castilla y León", presentado hoy en la capital leonesa. (...)

La necesidad de implantar la ideología del régimen en todas las zonas de España obligó al sistema a extremar el celo en cada municipio con figuras como la del cura, el alcalde y el maestro, lo que provocó que sólo en Castilla y León 1.200 educadores fueran represaliados y 200 fusilados, ha relatado a Efe el presidente de la Fundación, Fermín Carnero.

"Los maestros no eran combatientes y no estuvieron en ningún caso acusados de asesinato, sino que eran sencillamente eliminados por acomodarse a las directrices que marcaba el Ministerio de Educación republicano", como "una enseñanza libre, laica y mixta", ha manifestado.

La escasez de efectivos derivada de la represión acometida contra estos profesionales obligó a la dictadura a "dulcificar" a partir de la década de 1950 las condenas a maestros, pues si se hubieran cumplido todas "a rajatabla" muchos pueblos se hubieran quedado sin maestros, ha incidido Berzal." (...)

"Los primeros años, los profesores de las escuelas rurales eran 'paseados' o fusilados en las afueras de los pueblos, y (en el libro) se recogen multitud de ejemplos. Eran profesores que en muchos casos sacaron de la escuela delante de los críos y los subían en la camioneta para 'pasearlos'", ha relatado Carnero.

En las provincias más conservadoras de Castilla y León la represión fue "bastante impactante" para los maestros y, por ejemplo, en Burgos afectó al veinticinco por ciento del personal docente y, en León, se registraron 45 fusilamientos y más de 900 expedientes instruidos en esta época, ha concretado Berzal.

El que el golpe de Estado se produjera en julio, mes de vacaciones en las escuelas, "salvó muchas vidas", pues muchos educadores estaban ausentes y no pudieron ser localizados por los represores, recoge uno de los prólogos de la publicación." (ABC, 19/01/2011)

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