"Es el ataque más duro que ha infligido el Estado de Israel a una zona urbana densamente poblada por civiles", asegura el abogado Michael Sfard. La descripción de los soldados explica por qué varias zonas de Gaza parecían devastadas por un terremoto. (...)
La lucha entre militares y milicianos fue la excepción en una campaña en la que soldados disparaban contra depósitos de agua por aburrimiento; en la que se lanzaron bombas de fósforo sobre civiles y en las que muchos militares se dieron al pillaje y al vandalismo.
Un suboficial admite que se empleó con profusión la denominada "entrada mojada": el allanamiento de una casa a tiro limpio. En ocasiones lanzando proyectiles antitanque. Después inspeccionaban el interior. La destrucción, deliberada según los testimonios, fue planificada. "Antes de la guerra, durante el entrenamiento, nos dimos cuenta de que esta vez no se trataba de una operación, sino de una guerra en la que te quitas los guantes... Las consideraciones a las que estábamos acostumbrados sobre reglas de combate y los esfuerzos por no dañar a inocentes no se escucharon esta vez. Al contrario... La idea era abrir fuego y no entrar en repercusiones. Si hay un vehículo en el camino, se aplasta; si hay un edificio, se bombardea. Éste es el espíritu que se transmitió", relata Amir, un sargento reservista.
Sin excluir de ese espíritu el componente religioso. "Se repartieron pasquines con el sello del Ejército y su rabinato que contenían material político: los palestinos eran los filisteos, alienígenas en una tierra que debemos retomar... La guerra entre la luz y la oscuridad era la preparación para la redención", narra otro militar. Se disparó a personas, a sabiendas desarmadas, sin efectuar tiros de disuasión, como reclamó algún soldado. El sargento Amir relata: "Si nos hablaron de inocentes fue para decirnos que no habría inocentes. Todos eran enemigos". (...)
¿Qué te preocupa de esta operación?, se pregunta a un soldado: "¡Cómo se comportaban mis compañeros! Es inconcebible... Todo ese odio, disfrutar matando". El Ejército lamentó ayer que la ONG difundiera un informe con testimonios anónimos. Al menos uno, el del sargento Amir, es a cara descubierta." (El País, ed. Galicia, Internacional, 16/07/2009, p. 6)
No hay comentarios:
Publicar un comentario