"“Cada año, las fuerzas de seguridad israelíes arrestan alrededor de 1000 niños palestinos de Cisjordania y otros 1000 de Jerusalén Este. Los niños son sacados de las calles, de las escuelas y hasta de sus camas.
Así Michael Fruchtmann en un durísimo j'accuse publicado por Haaretz titulado "¿Quién protegerá a los miles de niños palestinos detenidos por Israel?". Niños cazados “Los métodos utilizados en estas operaciones son extremadamente dañinos para los niños y jóvenes, tanto física como mentalmente.
Y están prohibidos tanto por la ley israelí como por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que Israel ha ratificado”. “Tales métodos incluyen arrestos nocturnos, niños 'buscados' arrancados de sus camas; detenciones sin orden judicial ni justificación judicial; están esposados y con los ojos vendados; los padres, familiares o abogados tienen prohibido acompañar a menores; también, palizas y amenazas y más, que causan en los niños dolor físico y angustia emocional.
Experimentan una dura soledad, un gran miedo, una sensación de desorientación, humillación, impotencia y, a menudo, la sensación de que sus vidas están en peligro".
La denuncia de Fruchtmann se extiende a un amplio espectro, constatando con agradecimiento cómo expertos israelíes en salud mental se han sumado a las protestas contra la reforma judicial de Netanyahu, argumentando que la reforma liberticida tendría un gran impacto en la salud mental de los ciudadanos.
Rompe el muro del silencio
Sin embargo, continúa Fruchtmann, “muchos expertos en salud mental aún dudan en protestar contra el impacto negativo en la salud mental de los grupos minoritarios causado por las políticas deliberadas de discriminación y privación de derechos. Permanecen en silencio a pesar del daño causado a millones de palestinos en Cisjordania por la negación de sus derechos personales y colectivos durante 56 años".
“El silencio” de estos “es particularmente alarmante ante los graves daños que sufren los niños palestinos. Estos niños viven sus vidas bajo la ocupación, sabiendo que en cualquier momento del día o de la noche pueden ser encarcelados”. Para concluir, Fruchtmann señala que dos ONG han hecho público un llamamiento de 300 expertos en salud mental para exigir "el fin de las durísimas detenciones de niños palestinos y el respeto del derecho a la dignidad, desde la infancia hasta la vejez, para todos, desde Jordania al mar Mediterráneo".
Y finaliza esperando “que la publicación de este llamamiento sea aceptada por los miles de otros profesionales [del sector] que han protestado en los últimos meses. Con suerte, escucharán sus voces internas y aprovecharán su profesionalismo para alzar sus voces al unísono contra estas políticas dañinas para el alma”.
El llamamiento de Fruchtmann puede parecer irónico, ciertamente lo es, pero si le hemos dado espacio es porque cierta buena voluntad, como se dijo una vez, puede ser de consuelo para aquellos que no se resignan a las distorsiones del mundo." (L'Antidiplomatico, 31/05/23; traducción google)
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