Voy a contar una pequeña historia. En casa de mis abuelos siempre han estado estas sillas. En la foto quizás no se aprecia bien pero el círculo central está pulido y rugoso, como si hubiesen querido borrar algo de la madera.
Ya desde pequeño me di cuenta pero nunca le había prestado mayor atención. Son sillas viejas y pensé que estarían desgastadas. El caso es que hoy estaba ayudando a un familiar a recoger unas cosas de un trastero y vi otra silla igual pero con una diferencia.
La silla es exactamente la misma pero en el círculo central hay dos letras superpuestas. Me he quedado mirando y pensando qué podían significar. Haciendo un repaso mental de todos los nombres de familiares he caído en que solo podían ser las iniciales de mi bisabuelo.
Primer misterio resuelto. Pero ahora viene la pregunta importante, ¿por qué borraron las iniciales de las otras sillas? Se lo he preguntado a varios familiares y ninguno lo sabía. Esto ya es una cuestión personal, necesitaba saberlo.
Por desgracia no se lo puedo preguntar a mis abuelos porque fallecieron hace unos años. Ante la falta de respuestas se me ha ocurrido ir a preguntarle a un vecino, un señor mayor que tenía mucha amistad con mis abuelos, si sabía algo de esto.
Al preguntarle el señor me ha invitado a entrar a su casa, lo cual me ha sorprendido porque si no supiese nada simplemente habría dicho que ni idea. Me siento y me dice que eso se remonta a la guerra civil. Noto que me pongo tenso y me recorre un escalofrío.
Él era un niño cuando terminó la guerra civil. Ambas familias, la mía y la suya, habían combatido en el bando republicano. Empezó una represión enorme por parte de los franquistas; secuestros, desaparecidos, fusilamientos. No dejaban a nadie.
Mi bisabuelo, militante de la CNT-FAI, cayó preso en las cárceles franquistas. El cerco se estrechaba y mi familia trató de borrar cualquier rastro de su existencia. Nadie podía saber quién vivía en qué casa o qué relación tenían entre ellos.
El grado de desesperación llegó hasta tal punto que borraron también las iniciales de las sillas; de esta manera si los franquistas entraban en su casa no podrían deducir quién vivía ahí. Trataron de hacerse invisibles para escapar del terrorismo de Estado.
La silla que aún mantiene las iniciales es porque en ese momento se encontraba en casa de otros familiares que no borraron nada. Hoy, después de 80 años, hemos vuelto a juntar las sillas y estas nos cuentan una historia de lucha y valentía.
El hermano de mi bisabuelo murió en la guerra, pero mi bisabuelo consiguió salir con vida de la cárcel franquista y se exilió en Francia un tiempo. Vivió 104 años y hasta el final de su vida tuvo convicción en sus principios anarquistas y revolucionarios. En su memoria.
8:39 p. m. · 17 oct. 2021
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"¿Puede haber poesía después de Auschwitz?"(Adorno).............. "¡Es un deber vivir después de Auschwitz!"(Imre Kertéz).............
22/10/21
Voy a contar una pequeña historia. En casa de mis abuelos siempre han estado estas sillas. En la foto quizás no se aprecia bien pero el círculo central está pulido y rugoso, como si hubiesen querido borrar algo de la madera...
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