4/1/11

Las causas de la guerra...

"¿Dio Estados Unidos luz verde a la invasión iraquí de Kuwait en el verano de 1990? (...)

Aunque aparece la frase en la que se apoyó aquella interpretación ("no tomamos partido ante estos asuntos árabes"), se refiere a la delimitación de la frontera y no al enfrentamiento por el precio del petróleo que inflamó el conflicto entre Bagdad y Kuwait.

El resumen que Glaspie hace de la audiencia transmite una gran preocupación de Washington por la tensión regional, y refleja a un Sadam desesperado ante la ruina económica en que ha quedado su país tras la guerra con Irán (1980-1988) y que se siente traicionado por sus vecinos (documento 372). (...)

"Irak, subraya el presidente, se encuentra en graves dificultades financieras, con deudas de 40.000 millones de dólares", escribe Glaspie. No es solo cuestión de dinero. Sadam defiende que su país, "cuya victoria en la guerra contra Irán supuso una diferencia histórica para el mundo árabe y Occidente, necesita un plan Marshall".

Sin embargo, se queja a la embajadora: "Ustedes quieren que baje el precio del petróleo". Y ahí radica la esencia del problema, tal como reveló el propio líder iraquí dos meses antes durante la cumbre árabe de la que fue anfitrión. (...)

Sus principales acreedores, Arabia Saudí y Kuwait, se niegan a perdonarle la deuda. Además, Bagdad acusa a Kuwait de estar extrayendo más crudo del pactado en la OPEC, lo que presiona a la baja el precio del petróleo y daña la economía iraquí. El dirigente iraquí se siente traicionado.

"Irak, que ha tenido cientos de miles de víctimas, está sufriendo, y Kuwait se comporta [de forma] 'mezquina y egoísta", se queja el presidente, que además sospecha que el Gobierno de EE UU está utilizando a Kuwait y Emiratos Árabes Unidos (EAU) como "puntas de lanza" porque le interesa un combustible barato.

"Quienes fuerzan los precios del petróleo a la baja están entablando una guerra económica e Irak no puede aceptar semejante violación a su dignidad y prosperidad", advierte Sadam. "Igual que Irak no amenazará a otros, tampoco aceptará ninguna amenaza en su contra", añade dando a entender que se cree víctima de un complot.

Al concluir la guerra entre Irán e Irak, Sadam espera reconocimiento por haber contenido la expansión iraní. Sin embargo, se encuentra con que ahora es su régimen el que provoca recelos entre los árabes. (...)

"¿Cómo podemos hacerles entender [a Kuwait y EAU] cuánto estamos sufriendo?", se pregunta Sadam. "Créame, lo he intentado todo: hemos despachado enviados, escrito mensajes y pedido [al rey saudí] Fahd que organice una cumbre cuatripartita", trata de convencer a la embajadora. El presidente le recuerda que los iraquíes saben lo que es la guerra y no quieren volver a sufrirla.

"No nos empujen a ella, no la conviertan en la única opción con la que podamos proteger nuestra dignidad", casi implora tras haber dejado claro que "Irak sabe que el Gobierno de EE UU puede enviar aviones y cohetes, y dañarle gravemente". (...)

La embajadora asegura en el telegrama haber dejado claro que EE UU nunca podrá "aceptar el arreglo de los conflictos más que por medios pacíficos". La famosa frase fuera de contexto que parece dar luz verde a la invasión solo aparece en una nota final. Sadam menciona el acuerdo de 1961 por el que Irak y Kuwait establecieron "una línea de patrulla" para su frontera pendiente de delimitar.

Los kuwaitíes acusan a los iraquíes de haberse adentrado 20 kilómetros más allá. Glaspie, que recuerda que 20 años antes ha estado destinada en el emirato, señala: "Entonces, como ahora, no tomamos partido en estos asuntos árabes". (El País, 02/01/2011, p. 6)

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