22/12/09

Los curas rojos. Un libro rescata la historia de seis párrocos de Ferrol que combatieron el franquismo desde el púlpito

"Los vecinos del barrio de Caranza se han empeñado en rescatar del olvido la vida de uno de sus vecinos más ilustres y el párroco de casi todos: Eliseo, Cuco, Ruiz de Cortázar. Una publicación todavía inédita inspirada en la vida del sacerdote de Caranza ha devuelto a la memoria colectiva la historia de media docena de curas ferrolanos que se alejaron de las directrices de la jerarquía eclesiástica para embarcarse en la defensa de los derechos y libertades de la mano del movimiento obrero en los últimos años del franquismo. (...9

Cuco Ruiz, Antonio Martínez Aneiros, Anxo F. Currás, Vicente Couce, Gabriel V. Seijas y Xosé Chao Rego eran conocidos como los curas de Caranza, San Pablo, San Xoán, Santa Mariña y el Socorro. Más allá de eso, abanderaron un "cambio radical en la Iglesia ferrolana" a finales de los 60. Intelectuales y galleguistas, fueron a la huelga con los trabajadores de la Pysbe y la Peninsular Maderera y recolectaron dinero para alimentar a sus familias. Reformaron Cáritas, predicaron en gallego contra los abusos del capitalismo y cedieron los locales de la Iglesia para acoger las reuniones clandestinas de obreros y opositores a Franco.

Fueron denunciados, espiados, interrogados y tachados de comunistas por la Brigada Político-Social del franquismo. Casi todos pasaron por la cárcel durante el estado de excepción de 1969 y la mitad colgó los hábitos. Cuatro todavía viven y dos de ellos, Anxo Currás y Antonio M. Aneiros, han puesto su memoria al servicio de la asociación de vecinos de Caranza para reconstruir la vida de Eliseo Ruiz (Ferrol, 1931-1978) en el libro Cuco Ruiz de Cortázar. Una voz para un tiempo de silencio. (...)

"La Iglesia no estaba pisando la realidad. Un grupo de curas nos reunimos y democráticamente acordamos ceder las iglesias para reuniones", explica Aneiros. Cuenta que había otros sacerdotes de la comarca que también los apoyaban, pero por circunstancias y caracteres, no todos llegaron al mismo "grado de compromiso".

Anxo Currás fue detenido en 1972 en la puerta de la iglesia por sus homilías proletarias y pasó por el penal coruñés y el monasterio de Herbón para cumplir condena. Colgó los hábitos y se ganó la vida como profesor de autoescuela.

El compromiso de Antonio Aneiros también le llevó a la cárcel en 1969 y en 1972. Extrajo con sus manos las balas de los heridos en la represión del 10 de marzo del 72 en Ferrol, que aplastó una manifestación de trabajadores de Bazán y abatió a tiros a dos de ellos. Después ofició el funeral de Amador Rey y Daniel Niebla, los tildó de "mártires" en un cementerio repleto de militares y obligó a la policía franquista "a arrodillarse ante la sangre de los mártires". Poco después, abandonó la sotana, "que no la fe", por amor y se enroló en política." (El País, ed. Galicia, Galicia, 20/12/2009, p. 8)

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