29/1/14

«Casualmente, el enterrador había visto el fusilamiento con sus propios ojos cuando era un chaval»


El ferroviario monfortino en la plaza de toros de A Coruña

 "Hasta ahora no se conocía ningún documento gráfico y casi ningún detalle sobre la vida del factor ferroviario Manuel Pérez Goyanes, la última persona que sufrió una ejecución pública en Monforte. Pero la exposición Coma silvas que comen muros, que rememora aquel trágico episodio de la posguerra, ha dado pie a que se sepa algo más sobre esta víctima olvidada de la violencia política de la época, a la que ya se puede poner un rostro. (...)

La madre del ferroviario, Dolores Goyanes González, murió pocos años después del fusilamiento y su fallecimiento pudo deberse en gran parte a este suceso. «En la familia contaban que no hacía más que llorar y que se murió de pena», cuenta Manuel Fernández. (...)

Que él sepa, Manuel Pérez Goyanes nunca estuvo implicado en actividades políticas y su muerte puede estar relacionada con ciertas rencillas entre su familia y un militar que vivía entonces en Monforte.

 «Cándido decía que había un sargento con el que no se podían ver y le echaba a aquel hombre la culpa de lo que le pasó a su hijo», explica. «Contaba también que al día siguiente de que lo fusilasen llegó de Madrid una orden de indulto, pero entonces ya era demasiado tarde, claro», añade.
 
En sus charlas con Cándido Pérez, por otro lado, Manuel Fernández le oyó contar algunos detalles sobre cómo se produjo la ejecución. «El padre decía que antes de que lo fusilasen pidió fumar un cigarrillo -explica- y contaba también que el pelotón no tiró a matar, y que el hijo murió del tiro de gracia que le dio un sargento que dirigía el pelotón». (...)

Manuel Pérez Goyanes estaba casado, pero sus familiares indirectos conocen muy poca cosa acerca de esa parte de su vida. Ni siquiera están seguros del nombre de su esposa, que al parecer se fue de Monforte después del trágico suceso, y de la que no se supo nada más.

 Entre los escasos detalles que recuerda Manuel Fernández está el de que el ferroviario era aficionado a los toros. De hecho, en algunas de las fotografías que quedan de él se lo puede ver entre el público de la plaza de A Coruña, a la que al parecer acudió en varias ocasiones. (...)

Padre e hijo están sepultados en un nicho familiar en el cementerio municipal de Monforte. «Una vez que se hicieron unos arreglos en el nicho le pedí al enterrador que mirase en el ataúd que creíamos que era el de Manuel Pérez y me dijo que el cráneo tenía efectivamente un agujero de bala, que debía de ser el del tiro de gracia», dice Manuel Fernández. «Casualmente, el enterrador había visto el fusilamiento con sus propios ojos cuando era un chaval», agrega."         (La Voz de Galicia, 24/01/2014)


"O tres de outubro de mil novecentos corenta e un, ás dez da mañá, o campo do Freixo era un fervedoiro de persoas. Ducias de homes e mulleres agrupábanse ás beiras da vía do ferrocarril para contemplar o espectáculo e convertérense así en testemuñas da historia.

Manuel Pérez Goyanes era un factor da compañía Ferrocarriles del Norte, de corenta anos de idade. Accidentalmente dirixiu un tren de mercancías cara unha vía ocupada, provocando o choque do convoi. O accidente fortuíto saldouse cuns estragos valorados en dezasete mil pesetas da época e ningún morto nin ferido. 

Mais a frustración franquista, chea de desconfianzas e pantasmas, e alimentada por intereses particulares, quixo ver en Manuel un sabotador da resistencia á ditadura. O ferroviario foi convertido no bode expiatorio co que demostrar a dureza dun réxime ilexítimo. Un tribunal militar xulgouno por sabotaxe. Foi condenado a morte e fusilado.

O campo do Freixo é hoxe un lameiro frío e húmido partido en dúas metades pola estrada N-120. A sensación que produce é de abandono. Unha mestura de soidade e tristeza, reforzada polas silvas que comen os muros e se multiplican polas beiras da pista que o percorre.

 Se cadra a impresión que transmite non é máis que a propia do desuso, do abandono das terras e dun xeito de vida. Ou se cadra, é porque neste lugar consumouse a derradeira execución pública do fascismo na vila de Monforte de Lemos. (...)"        (Museo Provincial de Lugo)

No hay comentarios: